Si pasas todo el día pensando en comida sin parar, probablemente sea hambre mental; es otra forma de tu cuerpo de pedirte que comas.

Pensamos que la única forma de saber si tenemos hambre es notarlo de manera física, pero no es así, el hambre mental es otra forma que tiene tu cuerpo de decirte que tienes hambre y está especialmente presente cuando has restringido durante un tiempo.⁠

El hambre mental es pensar constantemente en comida, en recetas, ver fotos y videos de cocina, comida o de gente comiendo sin parar, imaginarte comiendo todo eso que no te permites, rememorar una y otra vez ese trozo de tarta que ya no te permites tomar, etc.⁠

Cuando llevamos un tiempo ignorando el hambre física el cuerpo puede dejar de mandarte esas señales para ahorrar energía pero el hambre mental se mantiene e intensifica.⁠

Dependiendo del nivel de restricción es más o menos potente, por ejemplo yo hace años hice ayuno de 4 días en un centro dedicado a ello (aún no era dietista), y recuerdo que de repente dejé de sentir hambre física, pero también empecé a pensar todo el día en comida, todos los ayunantes nos pasábamos el día hablando de recetas y comida sin parar, estábamos obsesionados y todos los días iba a ver qué tenían de comer aquellos que no ayunaban. El hambre mental duró mucho más allá de romper el ayuno, pues mi cuerpo necesitaba no sólo comer sino recuperar el déficit energético generado.

Cuando mi cuerpo obtuvo el alimento que necesitaba el hambre mental desapareció y mi hambre física se restauró. Ahora veo con claridad lo que hice sufrir a mi cuerpo y como él me gritaba que comiera. Es un ejemplo extremo pues no hace falta hacer ayuno para sentir hambre mental.⁠

Hemos normalizado aguantarnos el hambre y ha hecho que dejemos de escuchar nuestras señales corporales, hacemos más caso a reglas externas a la hora de comer que a nuestro propio cuerpo. ⁠

Sí no puedes parar de pensar de comida seguramente es que necesitas comer, tu cuerpo es sabio, escúchalo.⁠

¿Has sentido hambre mental alguna vez?⁠

Pide tu sesión gratuita online, cuéntame tu caso.

SESIÓN GRATUITA