Una pequeña reflexión
Ayer a mi pareja le entró antojo de pizza, y claro lo que le hubiese gustado es ir al súper y comprarse una; obviamente esto no pasó, aunque no os voy a engañar, ganas no le faltaron.
Son días difíciles en los que las emociones están a flor de piel, y una de las cosas a las que podemos acudir para confortarnos es la comida. El tipo de productos que nos suele apetecer en estas situaciones no los tenemos disponibles automáticamente (porque no vamos a ir a por algo que no es necesario cuando lo que hay que hacer es quedarse en casa), pero quizás puedas pensar en una alternativa que poder hacer en casa.
Le dije que si quería haríamos una pizza casera, me dijo que sí y la harina que más tengo es la de garbanzo, así que es con lo que hice a base. Mi pequeña alacena fue mi supermercado. Al ser la primera vez que hacía esa masa no me quedó perfecta, pero los dos la disfrutamos juntos igualmente mientras vimos una peli.
¿Habéis tenido muchos antojos estos días? ¿qué cosas habéis improvisado al querer algo y no haber podido bajar al súper?
